viernes, 23 de mayo de 2014

Parashá 34 BeMidbar

Parashá 34 BeMidbar
Números 1:1 – 4:20
Para ser leída y estudiada en el Shabat del 24 de Iyyar de 5.774
Mayo 24 de 2.014

Aliyás de la Torá:
1. 1:1-19
2. 1:20-54
3. 2:1-34
4. 3:1-13
5. 3:14-39
6. 3:40-51
7. 4:1-20

Haftará: Oseas 1:10 – 2:20 (2:1-22 versión hebrea)

Los Escritos Apostólicos: Juan 1:1 – 2:25

BeMidbar
significa “en la estepa de” o “en el desierto de”.

Comentarios

Primera aliyá, 1:1-19
1:1 “El Eterno habló a Moshé en el desierto de Sinái, en la tienda de reunión, el primer día del
segundo mes, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo

La palabra hebrea que ha sido traducida como “desierto” es “idbar que significa “estepa”, “desierto”, “conversación”, y viene de la raíz davar que significa “hablar”, “conversar”.
La palabra midbar no significa “desierto” en el sentido literal de la palabra castellana, que
denota “un terreno muy seco, generalmente lleno de arena y con muy poca o ninguna
vegetación”, sino más bien algo como una estepa, que es una “llanura extensa sin árboles
y con la vegetación adaptada a la sequedad”. Un midbar es un lugar inhabitado con pocos
árboles donde hay pasto para los animales. Esto explica porque los hijos de Israel podían
tener tantos animales consigo cuando salieron de Egipto que podían sobrevivir en el
“desierto”. La Torá no dice que los animales comieron el maná en el desierto. Así que tenía
que haber habido pastos para ellos durante los 40 años en el midbar, cf. Números 32:1. Un
midbar, por lo tanto, es un lugar donde hay pastos para los animales.

No cabe duda que el desierto por el que transitó el pueblo de Israel es un lugar árido y sin recurso hídricos salvo esporádicos oasis. Sin embargo, el Eterno permitió de manera milagrosa, fuentes de agua que aseguraron la existencia del pueblo y el sustento para el ganado. Éxodo 17:6.
De manera que donde la Shequiná se posaba allí el pueblo era provisto de todas sus necesidades básicas para su subsistencia.

Por Qué el Eterno Reveló la Tora en un Desierto

Un desierto es un sitio carente de todo recurso para sobrevivir. Solo de la mano poderosa del Eterno fue posible, para Israel transitar por el cuarenta años.

Las palabras, "en el desierto de Sinai," indican que Adonai  adrede eligió un desierto en el cual
entregarnos Su Torá.
Hay varias razones de por qué el Eterno prefirió un desierto a tierra habitada. Entre ellas:
• Si la Tora hubiera sido entregada en Eretz Israel, sus habitantes alegarían una relación especial con la Tora. El Eterno habló a los Israelitas en un lugar donde todos disfrutaban de libre acceso a fin de instruir que todo Israelita tiene una parte y obligación en la Tora igual a aquélla de todo semejante  Israelita
• Revelando la Tora en el desierto, el Eterno nos enseñó que a fin de volverse grande en estudio, uno debe hacerse a sí mismo como un desierto eso es kafer, sin dueño.
Estas palabras implican:
1. Al igual que un desierto es libre para todos para pisar sobre él, así un Israelita debe ser humilde.
Humildad es la conciencia de la propia pequeñez de uno. Es una virtud necesaria para tener éxito en el estudio de Tora y para una vida feliz en este mundo.

Beneficioso para la Tora:
• Para progresar en Tora uno debe buscar la compañía de talmidei jajamím (eruditos) que son más sabios que él, y aprender de ellos. Una persona altiva no acepta consejo y guía de otros.
• Alguien que está convencido de su propia superioridad no se esforzará a sí mismo por cumplir aquellas mitzvot (mandamientos) que él considera sin importancia, ni invertirá mucho esfuerzo para satisfacer los detallados requerimientos de otros.
• El Eterno está complacido con una persona humilde, porque tal persona constantemente revisa sus acciones a fin de corregir sus errores. Una persona vanidosa, sin embargo, no está abierta a la crítica,  ni es autocrítica. Por consiguiente, está lejos de teshuvá.

Beneficios generales de la humildad:
• Una persona humilde disfruta la vida, sin importar sus circunstancias materiales; una persona vanidosa está insatisfecha con su suerte. La persona vanidosa está convencida de que El Eterno y sus semejantes están en deuda con ella por sus talentos, contribuciones o méritos. Si no está suficientemente recompensado con reconocimiento o dinero, sufre de descontento y frustración.
• Si la mala fortuna sobreviene a una persona altiva, ella lo resiente grandemente. Una persona humilde, por el contrario, puede vencer los problemas, inconvenientes y situaciones desagradables de la vida.
• Una persona humilde hace amigos; una persona engreída no. Ella no puede perdonar a aquéllos que la insultan o no la tratan con deferencia; por consiguiente encontrará dificultoso llevarse bien con otros.
2. "Volviéndose como un desierto" también implica que un Israelita debe estar listo para sacrificar el confort material por la Tora. El  concepto de "desierto" sugiere lo opuesto de civilización con el confort y lujos materiales. Un Israelita puede tener la esperanza de progreso en el estudio de Tora y cumplimiento de mitzuot sólo si está preparado para hacer sacrificios en cuestiones mundanas, y confiando en el amor del Eterno.
3. Una característica adicional del desierto es su vaciedad. El  intelecto de un Israelita debe ser como el desierto, libre de elementos  extraños, antes de que pensamientos de Tora puedan enraizarse en él.

 
Segunda aliyá, 1:20-54
1:20 “De los hijos de Reuvén, primogénito de Israel, fueron contados por su registro
genealógico, por sus familias, por sus casas paternas, según el número de nombres, por sus
cabezas, todo varón de veinte años arriba, todo el que podía salir al ejercito”
Reuvén aparece primero en la lista, como si fuera primogénito, aunque había
perdido su primogenitura, según 1 Crónicas 5:1. Su arrepentimiento le devolvió el derecho
de ser nombrado primero en las listas de las genealogías.

La mayoría de edad civil empieza a los 20 años. La mayoría de edad moral empieza a los 13
años para varones y 12 años para mujeres.

1:23 “los enumerados de la tribu de Shimón fueron cincuenta y nueve mil trescientos.”
La tribu de Shimón perdió el 63 % de su población en el censo que se hizo 38
años después, cf. Números 26. Esto fue debido a la plaga que vino por causa del pecado con
las madianitas, a consecuencia del mal ejemplo de uno de los jefes, cf. Números 25:6-14.
Esto nos enseña acerca de la importancia del impacto del ejemplo de un jefe, un líder. Por
su pecado llegó una gran plaga sobre toda la tribu, por haber seguido su ejemplo. El poder
del ejemplo es fuerte, especialmente en los líderes.

1:51 “Y cuando el tabernáculo haya de ser trasladado, los levitas lo desarmarán; y cuando el
tabernáculo acampe, los levitas lo armarán. Pero el extraño que se acerque, morirá.”
La palabra hebrea que ha sido traducida como extraño es zar  que significa
“extranjero”, “extraño”, “profano”, “bastardo”. Esto nos enseña que a partir del pecado de
adulterio espiritual con el becerro de oro, los hijos de Israel fueron considerados como
ilegítimos, excepto los levitas, porque ellos no se habían contaminado con ese pecado.

1:52 “Y acamparán los hijos de Israel, cada uno en su campamento, y cada uno junto a su
bandera, según sus ejércitos.” (LBLA revisada) – La bandera de cada tribu representa una
identidad. Cada persona se identificaba con su bandera, y cada uno tenía que relacionarse
con su bandera. Había que acampar frente a la bandera y alrededor de ella. Así las banderas
estaban en medio del campamento de cada tribu. Cada bandera tenía un mensaje que se
relacionaba con algo particular de cada tribu. Según el Targúm Yonatán, las banderas
fueron hechas de seda, con diferentes colores que correspondían a las doce piedras del
pectoral del juicio del cohen hagadol, el Gran Sacerdote.
Dentro de la identidad general que uno tenga con todo el pueblo, es bueno tener también
una identidad tribal. Una tribu constituye una agrupación limitada dentro de la nación, y es
más grande que una familia. Podríamos comparar las tribus con las diferentes
congregaciones o movimientos. Este texto nos enseña que es importante que cada miembro
del pueblo tenga una identidad con su propia organización o congregación. Cada uno debe
ser parte de una congregación, donde se identifica y donde se siente en casa, entre personas
que puede llamar “los suyos”, como está escrito en Hechos 4:23:
Cuando quedaron en libertad, fueron a los suyos y les contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho.”
¿Tienes algún grupo de personas o una congregación que consideras el tuyo, donde están
los tuyos? Si no lo tienes, debes pedir a Padre que puedas incorporarte y formar parte de
una agrupación espiritual que será tu identidad tribal dentro de la identidad general del
pueblo. Es necesario ser parte de una congregación para poder funcionar correctamente,
como está escrito en Hebreos 10:25:
 “no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos
unos a otros , y mucho más al ver que el día se acerca.”

Pertenecer a una congregación no es asistir a ella mientras me sienta bien allí. ¡NO!. Es trabajar por ella, luchar por su buen desarrollo, participar en sus actividades, enfrentar y afrontar los momentos difíciles, con un sentido de pertenencia. Apoyar y ayudar a sus líderes para superar las dificultades y salir adelante con los programas y proyectos. Es velar por el bien común e individual de cada uno de sus miembros, sirviendo y obedeciendo con humildad, aportando, aprendiendo y enseñando.

Según el Midrash,10 estos fueron los colores y las ilustraciones de las banderas:
 Bamidbar Rabá 2:6.


Yehudá – color azul celeste, tejelet, con la figura de un león.

Reuvén – rojo con una flor de mandrágora, parecido a un hombre.

Yisajar – color negro con el sol y la luna.

Shimón – verde con una ciudad (Shejem).

Zevulún – color blanco con una nave.

Gad – hilos blancos y negros con una tropa de soldados.

Efrayim – negro con un novillo (Yehoshúa).

Dan – ópalo con una serpiente (Shimshón).

Menashé – negro con un buey (Gideón).

Asher – color de perla con un olivo.

Binyamín – colores de todas las demás tribus con un lobo encima.

Naftalí – color vino diluido con un ciervo.

La bandera de Leví estaba hecha de tres colores: blanco, negro y rojo y tenía el pectoral del juicio bordado encima.


¿Cómo podemos resolver la tensión que hay entre el individualismo y el colectivismo?
Una persona espiritualmente inmadura sólo piensa en sí misma. No ve más allá de su nariz. No tiene amor, porque el amor no busca lo suyo. Una persona espiritualmente inmadura sólo busca su propia felicidad y se relaciona con otros con el fin de satisfacer sus propios deseos. Busca contacto con otros, e incluso puede hacerse miembro de una congregación, con el fin de que sus propias necesidades sean cumplidas. Pueden ser necesidades de carácter espiritual, psicológico, físico o
económico. Si uno sólo busca satisfacer sus propias necesidades en una congregación es un niño espiritual. Una persona que es espiritualmente madura busca también satisfacer las necesidades de todos los que le rodean porque ama a su prójimo como a sí mismo.
Está dispuesto a sacrificar de sus propios derechos para llenar las necesidades de los demás.

El individualismo se manifiesta con el deseo de satisfacer el ego, pero no necesariamente como un aislamiento de los demás, sino relacionándose con el colectivo, pero siempre con el motivo egoísta de satisfacerse a sí mismo.
El comunismo se aprovechó de parte de un principio en la Torá para llevar a cabo su propia visión equivocada. Es el principio de la preferencia del colectivo sobre el individuo, donde el colectivo es más importante que el individuo y el individuo deja de buscar lo suyo con el fin de beneficiar el colectivo. Con este principio se fortaleció el movimiento comunista y llegó a tener mucho poder durante un tiempo. No porque la visión comunista haya sido correcta, sino porque la manera de llevar a cabo la visión se basó en parte en un principio divino.
Si una persona aprende a considerar el colectivo como más importante que ella misma, podrá llegar a formar, junto con otros que tienen el mismo pensamiento, un cuerpo tremendamente potente. El hecho de aprender a trabajar en un grupo es algo muy importante para el desarrollo del Reino. Este principio vemos en el libro de los Hechos de los apóstoles.

En esta Parashá encontramos el equilibrio perfecto entre el individuo y el colectivo, entre el individualismo y el colectivismo. Cada individuo fue contado, lo cual muestra que cada individuo cuenta y es muy importante y digno de ser tomado en cuenta. Pero el individuo se encuentra dentro de un colectivo más grande que es más importante que él.

El individuo debe buscar el bien del colectivo y el colectivo debe buscar el bien del individuo. Para que Israel pueda seguir adelante como pueblo, los individuos tendrán que aprender a aportar al colectivo todo lo necesario para que se mantenga unido y vaya prosperando y el colectivo tiene que preocuparse por los individuos que lo componen, como está escrito en Hechos 2:44-45:

Todos los que habían creído estaban juntos y tenían todas las cosas en común; vendían todas sus propiedades y sus bienes y los compartían con todos, según la necesidad de cada uno.”

En Hechos 4:32-35 está escrito:
La congregación de los que creyeron era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo lo que poseía, sino que todas las cosas eran de propiedad común. Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Yeshúa, y abundante gracia había sobre todos ellos. No había, pues, ningún necesitado entre ellos, porque todos los que poseían tierras o casas las vendían, traían el precio de lo vendido, y lo depositaban a los pies de los apóstoles, y se distribuía a cada uno según su necesidad.”

En 1 Corintios 14:12 está escrito:
“Así también vosotros, puesto que anheláis manifestaciones espirituales, procurad abundar en ellas para la edificación de la congregación.”
Vemos que las manifestaciones del Espíritu no son para la exaltación de una persona sino para que el colectivo, la congregación del Eterno, sea beneficiada. ¡Ay de aquel que busca los dones del Espíritu para su propia exaltación o para su enriquecimiento económico!

Necesitamos cultivar el pensamiento colectivista, sin perder la vista de los individuos.
Yo me niego a mí mismo por causa del Reino colectivo, para que el Reino prospere por medio de mi aportación, y de esa manera yo también prospero, no porque busque lo mío, sino lo del Reino. De esta manera mi prosperidad dependerá de la prosperidad del Reino. En el Reino de los Cielos, nadie se hace rico a costa de los demás, sino todos nos hacemos ricos porque somos parte de un colectivo rico que ha aprendido a beneficiar a los individuos según la necesidad de cada uno.
Un líder tiene que buscar el bien de todos los que están debajo de él. Si él favorece a un grupo reducido de su pueblo, no es un buen líder.

En epocas de política de este país, (Colombia) es oportuno dejar claro este principio bíblico dado a Israel, para hacer una nación fuerte. Los políticos se centran en la consecución de votos por encima de la exposición de ideas. Y los ciudadanos no participan en las ideas, sino en la adquisición de dadivas personales, así tenga que votar por el que no beneficie el colectivo. Por demás es una actitud egoísta y nada patriótica, antibélica. Así muchos nos engañan como a los aborígenes, en la invasión  española. Con espejitos!. Y luego nos quejamos de los malos gobiernos.

Tercera aliyá, 2:1-34
2:3 “Los que acampen al oriente, hacia la salida del sol, serán los de la bandera del campamento de Yehudá, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Yehudá, Najshón, hijo de Aminadav” A Yehudá le tocó acamparse al oriente del tabernáculo, junto con Yisajar y Zvulún. El oriente es el lugar de donde sale el sol,
enfrente de la entrada del mishcán. Yehudá fue la tribu predominante de las tres. Aquí vemos que hay una agrupación de tres tribus, y una de ellas es líder sobre las otras dos.
El orden divino es tener un líder para cada agrupación. Había tres jefes sobre las tres tribus, pero uno de ellos estaba por encima de los otros dos. El mismo patrón de organización se encuentra en las otras agrupaciones.
En este capítulo la Torá destaca la importancia de los jefes, cf. v. 3, 5, 7, 10, 12, 14, 18, 20, 22, 25, 27, 29. Si no hay jefes en un pueblo, va a perecer.

2:10 “Al sur estará la bandera del campamento de Reuvén, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Reuvén, Elitsur, hijo de Shedeur” A Reuvén le tocó acamparse en el sur, junto con Shimón y Gad.

2:18 “Al occidente estará la bandera del campamento de Efrayim, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Efrayim, Elishamá, hijo de Amihud” A Efrayim le tocó acampar en el lado occidente, junto con Menashé y Binyamín.

2:25 “Al norte estará la bandera del campamento de Dan, según sus ejércitos. El jefe de los hijos de Dan, Ajiezer, hijo de Amishadai” A Dan le tocó acamparse al lado norte, junto con Asher y Neftalí. A parte de contar cada tribu y la suma del pueblo entero, también hay un cómputo de los integrantes de cada uno de los cuatro campamentos con tres tribus en cada uno. Esto nos enseña acerca de la importancia de organizar, apuntar y tener orden en todas las cosas.
Yehudá, Reuvén, Efrayim y Dan corresponden a las cuatro caras de los seres angelicales que están junto al trono de la Gloria, como está escrito en Ezequiel 1:10:
Y la forma de sus caras era como la cara de un hombre; los cuatro tenían cara de león a la derecha y cara de toro a la izquierda, y los cuatro tenían cara de águila

Hombre – Reuvén, cf. Génesis 29:32.
León (derecha) – Yehudá, cf. Génesis 49:9.
Buey (izquierda) – Efrayim, cf. Deuteronomio 33:16-17.
Águila – Dan “una serpiente con alas”, cf. Génesis 49:17.
Hay una semejanza entre el cielo y la tierra. Israel refleja lo celestial.

Cuarta aliyá, 3:1-13
3:9 “Darás, pues, los levitas a Aharón y a sus hijos; le son dedicados por completo de entre los hijos de Israel.” Los levitas fueron dados por un lado a Aharón y sus hijos, los sacerdotes. Tenían que servir a los sacerdotes, cf. 3:6. Pero por el otro lado fueron dados al Eterno, cf. 3:12. El que se entrega al Eterno se entrega al liderazgo. Si uno piensa que está entregado al Eterno y no se somete al liderazgo puesto por Él, está errado.
3:12 “Mira, yo he tomado a los levitas de entre los hijos de Israel en lugar de todos los primogénitos, los que abren el seno materno de entre los hijos de Israel. Los levitas, pues, serán míos.” Los levitas representan a los primogénitos y fueron tomados en lugar de ellos. Desde el principio, los primogénitos fueron
designados a ser sacerdotes. Pero por causa del becerro de oro perdieron el derecho de servir en el santuario. Como los levitas no participaron en ese pecado pudieron tomar el lugar de los primogénitos como ministros en el mishcán.

3:13 “Porque mío es todo primogénito; el día en que herí a todos los primogénitos en la tierra de Egipto, consagré para mí a todos los primogénitos en Israel, desde el hombre hasta el animal. Míos serán; yo soy el Eterno.” Los primogénitos pertenecen al Eterno de una manera especial a pesar de que ya no pueden servir en el templo como sacerdotes.

Quinta aliyá, 3:14-39
3:17 “Estos, pues, son los hijos de Leví por sus nombres: Gershón, Kehat y Merarí.”  De estos tres hijos de Leví nacieron tres familias grandes, tres clanes. Cada clan fue contado por separado y tenía un trabajo especificado en el mishcán (tabernáculo). El clan de Kehat fue el más elevado
espiritualmente, y por eso podía llevar los objetos más sagrados. Moshé y Aharón descendían de Kehat.

Nombre del clan Texto Cantidad
Gershón Números 3:22 7,500
Kehat Números 3:28 8,600
Merari Números 3:34 6,200
SUMA 22,300

3:30 “el jefe de las casas paternas de las familias kehatitas era Elitsafán, hijo de Uziel.”
Este Elitsafán, que también fue llamado Eltsafán, fue el jefe del clan de los kehatitas. En Éxodo 6:18 están mencionados los cuatro hijos de Kehat, según el orden siguiente, Amram, Yitshar, Jevrón y Uziel. Es muy probable que ese fuera su orden de nacimiento. En Éxodo 6:21 está escrito que Yitshar, que fue el segundo hijo de Kehat, tuvo a Kóraj. Este Kóraj fue el que más adelante dirigió la rebeldía contra Moshé y Aharón. En Éxodo 6:22 está escrito que Uziel, que fue el cuarto hijo de Kehat, engendró a Mishael, Eltsafán y Sitrí. Yitshar fue el hermano mayor de Uziel. El hijo
primogénito de Yitshar fue Kóraj. Uziel fue el hermano más pequeño. Su hijo Eltsafán llegó a ser el jefe de los hijos de Kehat. El hijo del hermano más pequeño recibió la posición más alta en el clan. Normalmente los mayores son los que dirigen a los menores, no al revés. Pero en este caso el Eterno cambió el orden natural por un orden profético. Por esta razón surgió la envidia en el primo Kóraj que probablemente era mayor que Eltsafan, porque su padre era mayor que el padre de Eltsafán. Él quizás estaba pensado: “¿Por qué mi primo, que es más pequeño que yo, e hijo del hermano más pequeño de la familia, tiene que ser el jefe sobre nosotros?”
La Torá nos enseñan como una actitud de envidia y rivalidad, que no fue corregida a tiempo, produjo esa rebeldía que luego llegó a dimensiones catastróficas, cuando la tierra abrió su boca y los tragó, cf. Números 16:32.
Por el otro lado, tenemos en la Torá dos ejemplos buenos de humildad, en Aharón y Menashé. Ellos no tuvieron envidia de sus hermanos menores que llegaron a tener una posición superior a la de ellos.

3:39 “Todos los enumerados de los levitas, que Moshé y Aharón contaron por sus familias por mandato del Eterno, todos los varones de un mes arriba, eran veintidós mil.”
Hay una diferencia de 300 varones entre la suma de las tres cantidades mencionadas de cada clan (ver tabla). Estos 300 son los primogénitos de los levitas, que por ser primogénitos tenían que servir en el santuario, y por lo tanto no podían representar a los otros primogénitos. Por eso quedaban 22,000 de los levitas que podrán sustituir a los primogénitos del resto de Israel, como está escrito en

3:41, 45:
Y tomarás a los levitas para mí, yo soy el Eterno, en lugar de todos los primogénitos entre los hijos de Israel, y el ganado de los levitas en lugar de todos los primogénitos del ganado de los hijos de Israel... Toma a los levitas en lugar de todos los primogénitos entre los hijos de Israel, y el ganado de los levitas. Los levitas serán míos; yo soy el Eterno.”

Sexta aliyá, 3:40-51
3:43 “y todos los primogénitos varones conforme al número de sus nombres de un mes arriba, los enumerados, eran veintidós mil doscientos setenta y tres.”
Como los levitas representaban a los primogénitos, tenía que haber una cantidad igual entre los levitas y los primogénitos. Los primogénitos de todo Israel, sin contar los primogénitos de los levitas, fueron 22,273. Como había 22,000 levitas que no eran primogénitos, había 273 primogénitos de los hijos de Israel que no tenían levitas quienes los reemplazaran. Por eso los 273 tenían que pagar un rescate de cinco shekels por cada uno y entregárselo al Gran Sacerdote Aharón y a sus hijos, cf. v. 48. Esto nos enseña que hay momentos cuando se puede dar dinero en lugar de un servicio que no se puede cumplir por una razón justificada. Los 273 primogénitos no podían servir en el santuario, pero podían sustituir su servicio con una paga monetaria.

Séptima aliyá, 4:1-20
4:4 “Este será el servicio de los descendientes de Kehat en la tienda de reunión, con relación a las cosas más Los kehatitas fueron escogidos para llevar los objetos más sagrados sobre sus hombros.
4:6 “y colocarán sobre ella una cubierta de piel de tajash, y extenderán encima un paño todo de azul, y luego colocarán sus varas.” No sabemos qué animal fue el tajash, el animal que produjo la “piel de marsopa”, según la Biblia de las Américas, o “piel de tejones”, según Reina-Valera 1960. Según el Talmud este animal, que tenía un solo cuerno, existía solamente en la época de Moshé.
un paño todo de azul” – El Arca fue el único objeto que se veía con color azul cuando
fue trasladado. De esta manera se distinguía y así podía ser un guía para los hijos de
Israel, como está escrito en Josué 3:3-4:
 “y dieron órdenes al pueblo, diciendo: Cuando veáis el arca del pacto de Adonai vuestro Eloha y a los sacerdotes levitas llevándola, partiréis de vuestro lugar y la seguiréis. Sin embargo, dejaréis entre vosotros y ella una distancia de unos dos mil codos. No os acerquéis a ella para saber el camino por donde debéis ir, porque no habéis pasado antes por este camino.”

El arca simboliza a Mashíaj. Siempre va delante del pueblo. El arca pasó delante de los hijos de Israel por medio del río Yardén (Jordán), que representa la muerte y la resurrección. Esto nos enseña que el pueblo de Israel podrá atravesar la muerte y salir con vida por medio de Mashiaj Yeshúa que fue delante y abrió el camino.

4:13 “Quitarán entonces las cenizas del altar y extenderán sobre él un paño de púrpura.”
Según el Midrash, durante el transporte, el fuego del altar fue cubierto con una vasija de cobre para que no se apagara y no se propagara.

4:15 “Cuando Aharón y sus hijos hayan terminado de cubrir los objetos sagrados y todos los utensilios del santuario, cuando el campamento esté para trasladarse, vendrán después los hijos de Kehat para transportarlos, pero que no toquen los objetos sagrados pues morirían. Estas son las cosas que transportarán los hijos de Kehat en la tienda de reunión.” Si Uza hubiera leído bien la Torá no habría tocado el arca y
podría seguir con vida, como está escrito en 2 Samuel 6:6-7:
Pero cuando llegaron a la era de Najón, Uza extendió la mano hacia el arca de Elohim, y la sostuvo porque los bueyes casi la volcaron. Y se encendió la ira del Eterno contra Uza, y Elohim lo hirió allí por su irreverencia; y allí murió junto al arca de Eloha.”
El censo de los levitas en Números 26:62 nos muestra que hubo un aumento de sólo 700 levitas en 38 años. La tribu de Menashé había aumentado el 64 %. ¿No podía haber hecho lo mismo Leví? ¿Será que muchos de los levitas murieron en el servicio?

4:16 “Pero la responsabilidad de Elazar, hijo del sacerdote Aharón, será el aceite para el alumbrado, el incienso aromático, la ofrenda continua de cereal y el aceite para ungir.
Tendrá la responsabilidad de todo el tabernáculo y de todo lo que en él hay, con el santuario y sus enseres.”  Elazar, hijo de Aharón, tenía el cargo de supervisor, administrador general, del trabajo de los demás hijos de Kehat y los objetos más sagrados del tabernáculo. La responsabilidad para supervisar la carga de los descendientes de Guershón y Merarí, caía sobre Itamar, cf, 4:28, 33. Según el Talmud
de Yerushalayim,13 Elazar llevaba el aceite para el alumbrado en su mano derecha y el incienso en su mano izquierda, harina para el sacrificio diario en un recipiente suspendido de su brazo y un pequeño frasco de aceite para la unción en su cinto durante todo el caminar en el desierto. Estos objetos pesaban mucho.

4:19 “Esto haréis con ellos para que vivan y no perezcan cuando se acerquen al lugar santísimo: Aharón y sus hijos vendrán y señalarán a cada uno de ellos su trabajo y su carga”  Los levitas no podían ver los objetos más sagrados, pero los sacerdotes sí, porque estaban en un nivel de santidad superior.

Mashiaj en esta parashá
1:2 “por sus cabezas” – Todos los que están contados dentro de Israel están conectados con Gólgota, el lugar de la muerte de Yeshúa.

2:3 Yehudá está acampado en la parte oriental, donde sale el sol, enfrente de la entrada del santuario. El Mesías viene de la tribu de Yehudá. Él es llamado “el sol de la justicia” en Malaquías 4:2 (en el texto hebreo es el 3:20). Él entrará en el templo desde el oriente cuando venga por segunda vez.

2:9 Yehudá partirá primero. El Mesías va delante.

3:12-13 “los que abren el seno materno” – Yeshúa abrió el seno materno de Miryam, cf. Lucas 2:22ss, y por ser primogénito pertenece a el Eterno de una manera especial.

3:47 Hubo un precio de rescate por cabeza (heb. lagulgolet – la misma raíz que Gólgota).
Hay un precio de rescate por cada persona, pagado en Gólgota, con la muerte del Mesías Yeshúa.

4:3 “de treinta años arriba” – Yeshúa empezó su ministerio público a los 30 años, cf. Lucas 3:23.

4:5 El velo de separación, que simboliza el cuerpo de Yeshua, cf. Hebreos 10:20, fue lo primero que se quitó cuando el campamento iba a trasladarse de un lado a otro. La muerte de Yeshúa ha hecho que Israel pueda avanzar de un nivel espiritual inferior a otro superior.

4:16 Elazar, que simboliza el ministerio celestial de Malki Tsedek, es el encargado de las cosas más sagradas del santuario. Así Yeshúa está encargado de las cosas más sagradas en el Mishcán celestial.

 ¡SHABAT SHALOM!
Fuentes:Torah, Midrash, EB.
HOSHEA BEN YISRAEL
Comunidad Bíblica Shalom


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